Los meses estivales son época propicia para el empleo en hostelería, tanto por la proliferación de terrazas veraniegas que llegan a duplicar la capacidad de comensales de muchos establecimientos, como por el incremento de afluencia de turistas internacionales a nuestro país. Esta oportunidad abre su plazo ahora y hay que saber aprovecharla. Por este motivo, Marianela Olivares, Directora de RRHH de Linkers, consultora especializada en Hostelería y Turismo, traza siete claves para ayudar a centrar y optimizar la búsqueda de empleo.

 

Las 7 claves de Linkers para encontrar empleo en verano

 

1. ¡Uff…! Currículum. Cuando se piensa en elaborar el CV, nunca se tiene la consideración de que será el guión de apoyo del candidato para el momento en que dé a conocer su historia laboral. Es una herramienta que en más de una ocasión está hecha a desgana, como si se tratara de la peor tarea a realizar. Por ello, es importante realizar un currículum pensado para el puesto al que se postula e, independientemente del diseño que se elija, no deben faltar datos tan importantes como: fechas de inicio y término en cada trabajo, incluyendo mes y año; puesto, tareas desempeñadas y responsabilidades; foto limpia de gestos y posturas grotescas; contacto que incluya usuario de Skype, ya que en la actualidad muchas entrevistas son llevadas a cabo a través de esta herramienta online; y, finalmente, disponibilidad horaria y geográfica, porque de nada sirve encontrar el puesto deseado para luego tener que declinar la oferta por no ajustarse a nuestra vida.

 

2. ¿Qué me pongo? La vestimenta es tan importante y decisiva en la percepción de la famosa primera impresión como lo que más. La selección de ropa debe ser estudiada en función de la empresa y el entorno laboral al que nos vamos a dirigir. Es aconsejable evitar colores estridentes así como accesorios (cinturones, bisutería, pañuelos) que recarguen la imagen. El maquillaje debe ser discreto, acentuando los rasgos naturales y, por supuesto, evitar los perfumes de aromas fuertes. En conclusión, la percepción laboral debe ser aquella en la que el empleador pueda imaginar al candidato fácilmente con el atuendo corporativo.

 

3. La información siempre suma. Las personas resultamos más receptivas cuando alguien que se presenta muestra interés por lo que somos y hacemos. Lo mismo ocurre con las empresas, por lo que se debe conocer su política de marca, a qué tipo de cliente va dirigida, cuál es su valor distintivo frente a la competencia y al mercado, etc. Todo ello genera un vínculo cercano y persuasivo frente al responsable de selección. Por ello, es aconsejable investigar e informarse de la empresa: visitar su página web, buscar opiniones en redes sociales, visitar previamente el establecimiento, evaluar sus características… Y lo más importante de todo, generar una opinión sobre todo ello que despierte interés.

 

4. Ser puntual no se dice, se demuestra. La puntualidad en la restauración es más importante que en ningún otro sector y se destaca como un valor añadido. Sin embargo, este rasgo, si bien es muy valorado, no se dice, sino que se demuestra, como el mismo hecho de que ser personas honradas o trabajadoras. Subrayar algo que se puede demostrar en el momento, llegando a tiempo, es una redundancia poco efectiva. El candidato debe recordar que cada minuto cuenta, por eso tiene que demostrar y argumentar, sin recalcar acciones innecesarias. Un profesional se lee en cada detalle.

 

5. El reto, encontrar un trabajo que guste. Todos queremos encontrar un puesto laboral y sentirnos realizados, pero la ansiedad, los temores y el deseo de lograrlo en poco tiempo en más de una ocasión, nos llevan a que seamos los primeros en obstaculizar experiencias laborales que nos hagan crecer. El candidato debe analizar si sus fortalezas y forma de trabajar están en sintonía con el establecimiento, debe tener como objetivo desarrollarlas para encontrar su autorrealización. Hacer lo que gusta es un reto por el que se debe trabajar con ahínco y no renunciar nunca. Como se suele decir, ‘es una carrera de fondo’.

 

6. El ‘cómo soy’ también importa. El momento de la entrevista será breve o eterno, dependiendo de cómo el candidato lo lleve a cabo. Es importante estructurar mentalmente los mensajes que reflejen de manera positiva el perfil. Es decir, además de dar a conocer su formación, experiencia, referencias e interés por optar al puesto ofertado, el entrevistado debe generar, si no ha surgido o no se le ha preguntado, la oportunidad de expresar sus cualidades personales. Unas frases de ejemplo pueden ser “me considero una persona perseverante en la búsqueda de resultados…”,”valoro trabajar en ambientes de equipo…”,”llevo muy bien los servicios de alta rotación…”.  Expresar claramente lo que se quiere, sumando experiencia y conocimientos –que son el valor añadido de cada persona-, es una fórmula acertada que llevará a resultados positivos.

 

7. Con la verdad por delante. La entrevista es el punto de partida donde ambas partes, empresa y candidato, valorarán trabajar bajo una misma misión. Para ello el discurso del entrevistado debe estar ausente de exageraciones y mentiras. Tiene que generar interés, compromiso y sinceridad. Lo contrario puede sumergir la candidatura a dudas y desconfianza.

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