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Formación Desestructurada

Le debemos a Ferrán Adriá la creación y utilización del concepto 'cocina desestructurada' o 'deconstruida', la auténtica revolución de la cocina mundial de finales del siglo XX y principios del XXI.

¿Qué significa 'desestructurada'? El concepto consiste en cambiar totalmente el aspecto, textura y combinación de los distintos alimentos para mejorar el estímulo sensorial que producen. La cocina desestructurada se basa en una desmedida creatividad y pretende, como último objetivo, hacer participar a todos los sentidos en el goce gastronómico.

Con este punto de partida podemos ir esbozando lo que nosotros concebimos como Formación Desestructurada, que no es más que un juego de palabras utilizando el símil gastronómico del genio de Ferrán.

Darle el sentido a la formación, otorgarle la importancia que debe tener dentro de una organización. Y establecer sobre las bases de una formación personalizada y adecuada a los objetivos económicos del empresario y el ánimo de aprendizaje del trabajador cómo fin principal.

¿Objetivo de la Formación Desestructurada?, la realización personal de cada uno de los integrantes de la plantilla a la vez que suma conocimientos y aprendizajes personales y laborales que le permitan afrontar y superar con éxito la exigencia del día a día, dejando un "poso" de satisfacción en la empresa reflejada en su productividad y rentabilidad.

¿Cómo desestructurar o deconstruir? Analizando, separando y desarmando la metodología de una formación estándar y volviéndola a construir respondiendo a necesidades y fines concretos. De esta forma creamos un nuevo concepto práctico y efectivo de absoluta personalización, pues nace de las necesidades únicas y personales que cada una de las organizaciones posee como objetivo de su fin empresarial.

En la formación estamos viviendo un periodo de cambio, una transición desde un sistema general, con contenidos teóricos y prácticos, hacia una formación que desestructura su concepto normalizador y construye una formación dinámica, vivencial y actualizable.

En este sentido nuestra deconstrucción de formación será la que reestructure percibiendo al profesional no por lo que dice ser, sino por lo que demuestra saber. El mundo demanda y consume información, especialización y servicio, debemos estar preparados para asumir su manera de percibir y entender y para ello la formación debe ser el ingrediente que una toda la esfera de la masa profesional.

En definitiva, que cuando hablemos de formación, al igual que en la gastronomía española, debemos ser capaces de desestructurar, fusionar e innovar metodologías que ayuden a satisfacer las profesiones de todos y cada uno de los sectores económicos de este país.

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